Publicado originalmente el 26 de agosto de 2013
En este artículo únicamente se hablara de las relaciones hombre-mujer, sin tocar otras cosas.
Y es muy bien sabido que las prácticas del coito anal que provenían del hombre hacia la mujer eran demonizadas y hasta criminalizadas durante varios milenios debido a la muy mala fama del mito bíblico relacionado con lo que sucedió con Sodoma y Gomorra, las dos ciudades supuestamente destruidas por Dios donde estas prácticas eran muy comunes y hasta generalizadas.
Según el mito bíblico las ciudades de Sodoma y Gomorra han sido destruidas por Dios al que no le gusto para nada que sus habitantes practique en sexo anal en forma generalizada. De una de estas ciudades sale el termino de Sodomía para referirse esta practica sexual tan demonizada por todas las religiones abrahamicas.
A partir de este mito religioso se expandió el gran rechazo cultural hacia esta práctica tanto en la civilización judeo-cristiana, como también en el mundo musulmán. Y muchos creerán que esta prohibición viene del mero puritanismo religioso que busca reducir al sexo únicamente como un instrumento de mera reproducción. Pero no, la prohibición y el rechazo histórico a esta forma de expresar la sexualidad humana se debe a unas razones bien diferentes y perversas.
Y la verdadera razón por la los ingenieros sociales que estaban detrás de las religiones abrahamicas y que prohibieron de raíz la penetración anal de parte del varón hacia su mujer, se debió porque en sí mismo esta práctica representaba un sano y natural instinto del hombre a dominar a su hembra, domarla toda y así crear una jerarquía natural en la relación de pareja donde el hombre ocupa un lugar que le corresponde por su naturaleza y la mujer ocupa el suyo que también es un lugar completamente compatible con su naturaleza femenina.
El origen del sexo anal no es parte de la perversión de la mente humana y está en nuestros propios genes y viene desde cuando éramos simios, ya que entre los mismos simios que han sido nuestros antepasados la práctica del sexo anal era muy común y su objetivo era establecer jerarquías en el grupo. Esto quedo heredado en nuestros propios genes. Sobre todo en los hombres que sienten su naturaleza originaria con mayor fuerza. Por esto son casi siempre los hombres los que son primeros en ofrecer hacerle el sexo anal a su mujer. Son ellos lo que se atreven a tomar la iniciativa, ya que los que los empuja hacerlo no solo es el placer físico de penetrar a un ano más estrecho que la vagina, sino también sienten intuitivamente que esta es la verdadera forma tomar el dominio completo sobre su mujer penetrándola en un lugar más íntimo y resguardado de su cuerpo. Presienten que al hacerlo domaran por completo a su hembra, la tendrán toda y alcanzaran algo que no se hubiera alcanzado únicamente por el coito vaginal – ocupar el verdadero puesto que les corresponde en la jerarquía de pareja debido a su naturaleza masculina.
Mientras con la mujer, es algo distinto porque ellas tienen su propia naturaleza. Y al principio cuando el hombre toma la iniciativa ofreciéndoles a penetrarlas analmente, a sodomizarlas generalmente se ponen bastante reacias, tratan de rechazarlo ya que saben que este es su ultimo bastión que una vez tomado al menos en sus relaciones de la cama quedaran por siempre bajo el dominio del hombre, quien será las que las domara y ocupara un lugar jerárquico que ellas ya no podrán en disputa. Pero una vez que se atreven a probarlo y si les llega a gustar (si es bien hecho, a la gran mayoría les gustara) lo empiezan a disfrutar muchísimo y además descubren por completo a su propia naturaleza femenina que justamente consiste en ser completamente dominadas y domadas por un verdadero hombre. Esto es lo que hace a las mujeres sentirse realmente mujeres disfrutando de lo que son, de lo que es lo más natural para ellas.
El coito anal del hombre a la mujer es una sana y natural forma de expresar la sexualidad humana propia de nuestra naturaleza. Pero también es una forma de establecer un natural jerarquía en una pareja donde el hombre ocupa su lugar que le corresponde y la mujer ocupa el suyo.
Una pareja que practica con frecuencia el coito anal ( obviamente consentido, casos de violencia son bien distintos y de esto ya se habló en el mismo blog) sin complejos y sabiendo muy bien lo que representa, es una pareja mucho mas equilibrada donde el hombre realmente es un hombre y la mujer es una mujer. Es una pareja donde ya se estableció una compleja jerarquía que no será vulnerada y que dará estabilidad emocional tanto al hombre como a la mujer, que encontraran lo suyo.
Por esto las religiones abrahamicas completamente despóticas y totalitarias y los gobernantes que las utilizaban para potenciar su poder despreciaban y hasta criminalizaban a esta práctica(mientras ellos mismos la disfrutaban con todo), porque sabían que si los ciudadanos la practicaran en forma generalizada, descubrirán lo que realmente son, se sentirán mas libres, mas listos, y por lo tanto no toleraran que los pisen y dominen desde arriba. Sobre todo esto se relaciona con los hombres. Ya que una vez que el hombre descubre su verdadera naturaleza sexual, también descubrirá muchas otras habilidades, se sentirá más libre y rebelde. Sera difícil de dominarlo y someterlo incluso para un tirano con ejército propio.
Mientras los hombres con su sexualidad castrada por las dogmas y normas castrativas, no descubren sus verdaderas habilidades, ni potencial. Son apenas una biomasa gris muy fácil de manipular, dominar, someter y hasta esclavizar.
Por esto desde los tiempos antiguos los ingenieros sociales que inventaron las religiones abrahamicas han creado estas restricciones castrativas a la sexualidad humana sobre todo hacia el sexo anal.
Pero hoy en día aunque las dogmas judeo-cristinas están en franco retroceso en todo el Occidente y en los últimos 50 años aparentemente hay mucho más libertad sexual que en las épocas anteriores, esta surgiendo otra amenaza castrativa cuyo nombre es el Feminismo.
La ideología del Feminismo entre otras cosas en primer orden apunta en castrar en mayor grado posible a la sexualidad masculina, eliminar todo lo viril y dominante que puede haber en un hombre, al mismo tiempo tratan de potenciar la falaz idea que son las mujeres las que deben dominar a sus hombre. Lo resguardan bajo el discurso de alcanzar una “sexualidad igualitaria” entre hombre y mujer, acabar con el “machismo” y la “dominación patriarcal”. Unos absurdos feministas que buscan convertir a los hombres en unos auténticos eunucos domados y sometidos por las propias mujeres.
Hoy la propaganda feminista con toda su censura de lo políticamente correcto hace creer que los hombres no merecen tener ningún espacio ni derecho en la cama con una mujer, y que es la mujer la única que puede tomar la iniciativa y tomar decisiones. EL hombre es un eunuco dominado, no puede hacer nada. Este es el discurso feminista que se está por convertirse en una nueva dogma sagrada de nuestros tiempos, como alguna vez lo ha sido la religión. De hecho el feminismo fue creado para reemplazar a la religión judeo-cristiana en todo el Occidente.
Y debido a toda esta censura de lo políticamente correcto ya solo decir que el hombre por su naturaleza merece dominar en la cama ya es un suicidio y si agregara que la mejor forma de alcanzarlo es a través del sexo anal, directamente el hombre que se atreverá a decirlo será visto casi como un “violador muy perverso”, cuando todo lo que es consentido entre los dos es completamente legítimo.
Pero la realidad, es que muchas de las propias feministas que no son lesbianas disfrutan mucho de ser sodomizadas y dominadas por los hombres. Y mientras desde sus tribunas dicen todas estas estupideces castrativas y anti-masculinas, en su propia cama lo que hacen es todo lo contrario. Es más, muchas de ellas tienen gustos bastante masoquistas, les gustan que las dominen, que las sodomicen muy bien … al fin que las hagan sentir verdaderas mujeres, que las hagan descubrir su verdadero potencial y sus habilidades femeninas.
Unas de estas mujeres feministas era la dirigente de la ONG feminista anti trata de Martes Rojos – Guadalupe Uriticoechea, la otra era Sofia Alderete, que mientras trabajaba en la ONG de Despégalo (también de corte feminista) tenía un discurso de una verdadera feminista radical, mientras era sodomizada por su propio padre.
También lo eran las tres joven dirigentes de la ONG de Mujeres que Valen, unas tres masoquistas que han sido sometidas y sodomizadas por Gonzalo Blousson en numerosas ocasiones con su propio consentimiento.
Y esto no debe sorprender a nadie. La naturaleza humana es imposible de vencer y al final toma lo suyo. Y curiosamente son las propias feministas quienes a pesar de sus discursos completamente falaces desprecian a los hombres sumisos y feminizados y al menos para tener sexo buscan a hombres de verdad que las hagan sentir mujeres. Hasta las propias Amas del BDSM(Fem Dom) después de aburrirse de jugar con sus esclavos, buscan a un buen amante que las coja por todas partes.
En nuestro tiempo en la propaganda feminista, cada vez salen mas imágenes de hombres sodomizados por las mujeres con un pene artificial, con unos hombres que adoptan una posición completamente femenina, perdiendo su virilidad, mientras son las mujeres que adoptan un rol activo y dominante y son ellas las que mandan, pero también sodomizan. Unas relaciones que si tomaran una gran escala crearan desequilibrios muy nefastos que afectaran a toda la civilización.
Mientras muchos hombres estúpidos e ignorantes que se creyeron en el discurso feminista de que deben renunciar a su naturaleza masculina y ser una especie de eunucos sumisos y feminizados y así serán aceptados por las mujeres de nuestros tiempos, como resultado reciben todo lo contrario de parte de mujeres. Son despreciados y rechazados, y si aún los aceptan las tratan como merecen que sean tratados por la porquería en que se han convertido.
Hoy en día mientras se promocionan las relaciones donde la mujer penetra al hombre con un consolador artificial justificando todo esto de que el “hombre tiene próstata y lo va a disfrutar”, mientras al mismo tiempo aún existe un gran rechazo (al menos parcial) hacia la sodomizacion anal del hombre hacia la mujer lo que se tiene por objetivo es destruir por completo las jerarquías naturales entre hombres y mujeres, creando toda una civilización de hombres débiles y sometidos por unas mujeres despóticas que no pueden encontrar a hombres que las harán sentir mujeres.
Este es el verdadero objetivo del feminismo totalitario y matriarcal.
Por Aldo Andonegui.
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